El cañón de Añisclo

El salvaje cañón de Añisclo ofrece un escenario de ensueño a todos aquellos que desean conocerlo.

Resulta agradable sentir a flor de piel la España salvaje paseando por las entrañas de este impresionante cañón o nadando en sus aguas turquesas. Desde el puerto, donde se ven dos paredes cerrándose sobre sí mismas, apreciaréis un entorno asombroso y una vista impresionante.

Una ruta espectacular

Entraréis en el cañón por un camino estrecho y sinuoso que atraviesa un caos de rocas y pinos negros a lo largo del río. Una de las rutas más espectaculares de los Pirineos.

Un punto panorámico increíble desde el puerto

Desde allí, la vista de la falla del cañón y la cumbre del Monte Perdido os dejará sin aliento. Esta ruta permite observar un universo cárstico de paredes que se cierran sobre sí mismas formando estrechos cañones y balsas naturales.

Bonitos paseos para descubrir

Desde el aparcamiento de San Úrbez, un bonito paseo conduce a la ermita de San Úrbez enclavada en un acantilado. Pequeños puentes que cruzar, aguas verdes y turquesas que bordear: una suntuosa escapada en el programa.

Baños en aguas turquesas

El río Bellós atraviesa el cañón, formando increíbles balsas naturales de aguas verdes y turquesas. En un alto del paseo, podréis daros un baño para quitaros el calor del verano aragonés.