El gran cañón de Ordesa

Con sus dantescas murallas, vertiginosos acantilados, circos suspendidos, fajas aéreas y chispeantes cascadas, el gran cañón de Ordesa no tiene nada que envidiar a su homólogo estadounidense.

Ordesa, auténtico colorado pirenaico, es la representación misma de la desmesura y la fuerza de la naturaleza. Único en Europa, su paisaje natural es original y los paseos por sus entrañas os dejaréis sin aliento.

Rey de la desmesura

El gran cañón de Ordesa es único en Europa. Compuesto por murallas dantescas y acantilados vertiginosos, impresiona el río, corazón de sus entrañas. No podréis dejar de admirar esta obra maestra de la naturaleza.

Un paisaje original

Las paredes minerales de este gran cañón contrastan con su exuberante naturaleza: hayas, pinos, sauces y álamos cubren el fondo del cañón. Luego es atravesado por las aguas del río, que se convierten en llamativas cascadas.

Paseos que dejarán sin aliento

¡Qué maravilla es pasear por este templo de la naturaleza! Incursionad en sus entrañas, bordead el río a la sombra de su exuberante vegetación o ganad altura a través de los famosos balcones de la faja de Pelay, Racún o Las Flores, y realizad paseos suspendidos por encima de vertiginosos acantilados que cortan el aliento. Desde estos magníficos miradores, podréis disfrutar de una vista panorámica de todo el valle. Para los menos experimentados, podréis realizar excursiones a estas famosas fajas en 4x4 desde el pueblo de Torla.

Pirineos-Monte Perdido - Unesco

Al otro lado de estos acantilados y de este espectacular cañón, en la vertiente francesa, destaca el circo de Gavarnie. Juntos forman el conjunto «Gavarnie-Monte Perdido», un grupo de la misma montaña y clasificado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.